Acapulco de Juárez, Gro.- Desde hace 30 años, la señora Juana Calzada Navarrete llegaba desde muy temprana hora a su puesto ubicado en el Parián ubicado a la altura de la Torre de Acapulco, donde emocionada y con entusiasmo abría el local y acomodaba su mercancía para ofrecerla a turistas y residentes.
Sin embargo, todo cambió este martes, cuando por falta de mantenimiento, gran parte del parían se desplomó dejando enterrado entre los escombros a uno de sus nietos, quien afortunadamente se encuentra en perfectas condiciones.