México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), confirmó durante su conferencia de prensa matutina de hoy jueves 20 de abril que su gobierno está negociando la venta del avión presidencial, una promesa que hizo desde antes de su llegada al poder en 2018.
Aunque no se han cerrado contratos, el mandatario mexicano manifestó que hay una posibilidad de que se venda la aeronave, cuyo costo original supera los 200 millones de dólares, según medios internacionales. AMLO destacó que, en caso de concretarse la venta, los recursos obtenidos se destinarán a la construcción de dos hospitales: uno en Tlapa, en la montaña de Guerrero, y otro en Tuxtepec, Oaxaca.
“Se venda o no se venda el avión, esos hospitales los vamos a hacer, pero me gustaría que ese dinero se destinara a esos hospitales”, señaló López Obrador. Sin embargo, el presidente no ofreció detalles sobre el monto de la posible transacción y pidió esperar a que se concrete la venta para conocer más detalles.
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El avión presidencial, un Boeing 787-8, fue adquirido por el gobierno mexicano en 2012 durante la administración del entonces presidente Felipe Calderón. Sin embargo, López Obrador ha criticado la compra y ha dicho en diversas ocasiones que su gobierno no utilizará la aeronave, ya que considera que es un símbolo del derroche y la corrupción. Desde su llegada al poder, ha buscado distintas opciones para deshacerse del avión presidencial, incluso ofreciéndolo en una rifa.
La posible venta del avión ha generado diversas opiniones entre la población mexicana. Por un lado, algunos ciudadanos han manifestado su apoyo a la decisión del presidente, al considerar que la venta de la aeronave podría ser benéfica para el país. Por otro lado, también hay quienes han cuestionado la estrategia, argumentando que el gobierno podría haber encontrado mejores formas de invertir los recursos obtenidos en lugar de construir hospitales.
En cualquier caso, la posible venta del avión presidencial es un tema que ha generado polémica en México desde hace varios años. Si bien aún no se han concretado los detalles de la negociación, el hecho de que el gobierno esté considerando vender la aeronave es una señal de que la promesa de López Obrador de deshacerse del avión presidencial podría cumplirse pronto, cinco años después de que llegara al poder.