Acapulco de Juárez, 19 de septiembre 2023.-El 7 de septiembre de 2021, México enfrentó un nuevo desafío en su historia de sismos cuando un temblor de magnitud 7,1 sacudió la ciudad de Acapulco, en el sur del país.
Este evento sísmico no solo causó alarma en la localidad afectada, sino que también se sintió en Ciudad de México, lo que activó las alertas sísmicas y llevó a los residentes a salir a las calles en busca de seguridad.
El sismo cobró al menos dos vidas y dejó a la nación conmocionada.
La respuesta inmediata de las autoridades y los protocolos de Protección Civil fueron cruciales en esta situación.
El gobernador del estado de Guerrero en ese entonces, Héctor Astudillo, informó sobre la primera víctima que falleció cuando un poste cayó sobre ella en el municipio de Coyuca de Benítez.
Además, una mujer en Acapulco perdió la vida debido a un infarto después de que una parte de la pared de su casa se derrumbara por el sismo.
Aunque de inicio no se reportaron daños mayores, ya con el paso de la noche y la cuantificación de daños se hizo evidente el desastre que el sismo ocasionó..
Un nuevo desafío en Acapulco
Uno de los desafíos más evidentes durante y después del sismo en Acapulco fue la interrupción del suministro eléctrico.
La Comisión Federal de Electricidad reportó que 1,6 millones de usuarios se vieron afectados en varias regiones, incluyendo Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos y Oaxaca.
Sin embargo, a la mañana siguiente, se informó que el 98% de los clientes había recuperado el servicio eléctrico.
Además, la infraestructura de Acapulco enfrentó desafíos, con algunos autos aplastados por postes o vigas, y daños en las paredes de hoteles.
El gobierno federal ordenó un censo de daños, que se hizo de forma muy rápida, y que según los verdaderos afectados no fue adecuado, además que el apoyo recibido por parte de los censados solo aminoró muy poco la gravedad de la situación que se vivía por las pérdidas que se sufrieron.
Hoy a dos años de distancia aún hay afectados que no pueden resolver su situación de daños en viviendas y que por más que denuncian y exponen su problema no tienen una respuesta contundente que les solucione la situación en que quedaron tras el terremoto.
Avances y esperanza
A pesar de los desafíos continuos que representa la actividad sísmica en México, el país demuestra una resiliencia inquebrantable y una determinación constante para enfrentar adversidades.
Con la práctica de simulacros que preparen a la población a una situación como las que se vivieron en un pasado, se pretende hacer conciencia de lo importante que es estar preparados, atentos y con conocimiento para saber qué hacer y cómo actuar ante los eventos de la naturaleza.