México.- La historia de Debbie Stevens, una mujer que fue despedida de su trabajo tras haber donado uno de sus riñones, ha generado indignación en la comunidad neoyorquina y en las redes sociales. La afectada, quien es madre soltera con dos hijos, decidió donar un riñón para salvar la vida de su jefa, quien padecía de una grave enfermedad que requería un trasplante de riñón.
Sin embargo, luego de la intervención quirúrgica, la jefa de Stevens la despidió por no haber llegado al trabajo durante varios días de recuperación. Según el medio que cubrió la historia, la jefa de Stevens la cuestionó por no haberse presentado a trabajar después de la operación: “¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no estás en el trabajo? No se puede entrar y salir cuando uno quiera. La gente va a pensar que te trato de forma especial”.
Esta situación ha generado un gran repudio en la comunidad neoyorquina, quienes han expresado su indignación a través de las redes sociales. Muchas personas han calificado el comportamiento de la jefa de Stevens como inhumano y han expresado su solidaridad con la afectada.
Por su parte, Stevens ha declarado que se siente traicionada por su jefa y que esta ha sido una experiencia dolorosa y horrible para ella: “Decidí convertirme en un donante de riñón para mi jefa, y ella se llevó mi corazón. Me siento muy traicionada. Ella cogió mi regalo, lo puso en el suelo y lo pateó”.
Este caso ha puesto de manifiesto la necesidad de que se promuevan políticas que protejan a los donantes de órganos y que se fomente la cultura de la donación en la sociedad. Además, ha dejado en evidencia la importancia de que las empresas y los empleadores respeten los derechos de sus trabajadores y reconozcan los actos altruistas que pueden llevar a cabo en beneficio de la comunidad.