México enfrenta una crisis hídrica debido a que 71% del territorio tiene un alto o muy alto grado de presión hídrica, lo que significa que ya no puede abastecer nuevas demandas, según el Coordinador Técnico de la Red del Agua UNAM y director del Centro Regional de Seguridad Hídrica, Fernando González Villarreal. Además, 106 municipios tienen alta vulnerabilidad a las sequías. González Villarreal opinó que es necesario un cambio de paradigma y evolucionar hacia la seguridad hídrica, garantizando el acceso al agua potable en cantidad y calidad a un precio justo y asegurando recursos hídricos para los ecosistemas, entre otras medidas.
De acuerdo con González Villarreal, en México el 72% de las lluvias se concentra en cuatro meses (de junio a septiembre) y hay una gran variabilidad hidrológica. En promedio, la acumulación de agua por lluvia en Mexicali sería de cinco centímetros, mientras que cerca de Tabasco es de cuatro metros de profundidad. Además, donde hay agua, la actividad económica es menor, y solo el 23% de la población vive en esas áreas, mientras que el resto vive donde la disponibilidad del recurso es escasa.
El experto universitario señaló que las demandas del líquido son múltiples y que se requiere cambiar la forma en que se utiliza el agua, especialmente en la agricultura. En este ámbito, se requiere un empleo más eficiente del recurso. El consumo de agua en México se destina en un 76% a la agricultura, 15% al uso público urbano, 5% a la industria, comercio y servicios, y 4% para la generación de energía.
Lee también: 15 estados en México en grave crisis hídrica; Guerrero se encuentra en la lista
La crisis hídrica en México se agrava con la pandemia de COVID-19, ya que aumentó el consumo doméstico y la gente que perdió su empleo dejó de pagar el servicio. También hay un aumento de la ocupación de zonas naturales y una reducción sostenida de la inversión pública y privada dedicada a los problemas del agua, además de la intensificación del cambio climático.
González Villarreal afirmó que se requieren buenas políticas públicas e infraestructura construida de manera racional, con respeto al medio ambiente, y que resuelva problemas sociales. También es importante evaluar los recursos hídricos a través del ciclo hidrológico y poner énfasis en el aumento de la eficiencia con la que se utiliza el agua.
En 1977 se establecieron recomendaciones para mejorar la eficiencia con la que se utiliza el agua en México, ajustar tarifas, reciclar el líquido y hacer más eficiente la producción agrícola. También se señaló que la contaminación de cuerpos de agua era un problema creciente y se requería mayor supervisión. González Villarreal señaló que aún no se han implementado medidas para evitar el desperdicio de alimentos, que se estima que es de un tercio del total.
Fuente: UNAM