El hospital donde se encuentra el obispo Salvador Rangel Mendoza ha revelado resultados alarmantes después de los exámenes médicos realizados. Se ha confirmado la presencia de cocaína y benzodiazepinas en su organismo. Este hallazgo ha desencadenado un estado de observación médica continua para el obispo de Chilpancingo-Chilapa, con estrictas restricciones de visitas.

El obispo fue ingresado al hospital luego de una serie de eventos que desencadenaron una atención de emergencia. Según informes, Rangel Mendoza fue inicialmente atendido en el hotel del Real Ocotepec, donde el personal médico respondió a un llamado de emergencia de una mujer. Más tarde, fue trasladado al hospital general de Cuernavaca en una ambulancia de la Cruz Roja. Posteriormente, fue identificado y llevado a un hospital particular en Cuernavaca.

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Los informes médicos detallan que el obispo fue encontrado en un establecimiento público en un estado de deterioro neurológico, sin pertenencias personales, pero con un blister de pastillas de sildenafil. Este descubrimiento llevó a su traslado inmediato al hospital y su posterior internamiento.

La desaparición del obispo el sábado 27 de abril generó especulaciones sobre un posible secuestro exprés. Sin embargo, el gobernador interino de Morelos, Samuel Sotelo Salgado, ha afirmado que hasta el momento no hay datos concretos para confirmar esta teoría.

El abogado del obispo, Pedro Martínez Bello, ha confirmado que su cliente sufrió un secuestro exprés, durante el cual su camioneta fue robada y se realizaron extracciones de dinero de sus cuentas bancarias. La Fiscalía General del Estado de Morelos también ha corroborado esta versión.

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Martínez Bello añadió que el obispo fue drogado durante el incidente y, como resultado, no ha podido prestar declaración desde entonces.

El misterio en torno a la desaparición y el posterior hallazgo del obispo Salvador Rangel Mendoza continúa, mientras las autoridades investigan los detalles detrás de este preocupante suceso.